lunes, 24 de marzo de 2008

MEMORIA: 24 de marzo

El recuento del presente

Hoy ha sido un día apacible. He asado un pollo a la parrilla para invitar a mis suegros. Me salió rico -nunca había hecho uno-. Primera experiencia: buena. Sin modestia: muy buena.
He recibido un mail de Lucero que me dice de una idea que tiene para BOTELLA AL MAR. Me he reído de sus ocurrencias. Vero ha comentado mi post para este día de Botella, Vero exagera. Ha llegado el otoño a mi patio, los crisantemos están florecidos y algunas hojas empiezan a caer. Los medios hablan de la huelga del campo, la gente, de que no hay asado para comer un Sábado de Gloria, que el desabestecimiento, que las camionetas Hilux y los coches Mercedes Benz cortando las rutas -que por eso comimos pollo hoy, ahora que me acuerdo-. Lo de los medios es ruido de fondo un día como hoy.
Escribo mientras mis hijos miran una película y mi esposo duerme su siesta merecida. He tenido sueños, y aún los tengo. Creo que ahora son más que antes y en calidad recargarían el disco rígido de cualquier computadora. Se me ocurren ideas todo el tiempo. La necesidad de hacer me supera, debería ser muchas Sonia, y diferentes para llevarlos a cabo. Por eso apelo a la comunidad, si alguien perdió sus sueños, tengo de sobra, muchos más de lo que puedo abarcar.
Me urge el tiempo para ganarle al desaliento, me urge la ¿fe? de que es posible transformar la realidad. Y creo que allí reside mi resistencia, en la felicidad de mi vida cotidiana, en mi culo inquieto, en la negación rotunda a que la historia se repita.
Memoria, sí. Justicia, también, pero para avanzar, no para colgar en la pared la fotografía del horror, sino todo habrá sido en vano y habremos denhonrado a los muertos.

Por vos, Manuel, víctima tardía de una época que te hizo sentir más viejo de lo que eras, por vos, Pato y tus padecimientos, por los que no conozco, ni conocí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fechas como estas, aún siguen siendo signos de interrogación en mi cabeza, miro las noticias y no entiendo nada. Sólo llevo 2 años y medio de argentinidad...

Pero, nada es casual y todo es causal... No es casualidad que hoy viva entre ustedes, comparto tu causa porque en cierto modo es la mía. Te veo como lo que puedo llegar a ser.

Este país me ha dado la lección más grande de mi vida, misma que espero no olvidar jamás; pero también me renovó la certeza que pese a todo voy a seguir adelante, derribando molinos, aferrándome a mis ilusiones.

Un beso y gracias por cruzarte en mi camino!