viernes, 21 de diciembre de 2007

Llegaron las vacaciones

Hoy fue el último día de clases de este 2007. Se abren muchos caminos, algunos parecen inseguros, generan desconfianza como la reestructuración de las escuelas técnicas, o la continuidad de proyectos.
Una reforma más y todo parece un cambio de nombres y tinte. Otra vez nuestros alumnos no entienden nada, porque tienen casi la certeza de que juegan otra vez con ellos.
Le damos otra vuelta de tuerca, "una refrescada", diría la gente pero no se ven muchas cuestiones de fondo. Veremos.
Por lo pronto, me siento contenta con la reunión que mantuve con las maestra del 2º ciclo, pues dialogamos y creo que por fin estamos en camino de solucionar obstáculos en el aprendizaje de nuestros alumnos. Creo que aprendimos unas de otras. Aún tengo esperanzas.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Se acerca el final

Hoy cerré las planillas de notas de todos mis cursos. ¡Qué tensión! Hace 20 años que lo hago y aún me genera lo mismo. De algunos cursos salgo derrotada, de otros más contenta, pero siempre cansada.
Ahora viene el balance, pensar los porqués, qué cambiar o qué negociar con las otras profes.
Ya veremos, espero que sea para bien.

viernes, 30 de noviembre de 2007

El regreso

Volver a las aulas después de unos días me costó, como cuando el aire te falta porque la cuesta es pronunciada. La escena de llegada es siempre la misma, como una película que se empeña en regresar al mismo cuadro luego de transcurridos los primeros minutos: mis compañeros alrededor de la mesa de la sala de profesores cada uno con sus preocupaciones y sus problemas. Las mismas caras. Conozco cada uno de sus tics, y hasta adivino las palabras que brotarán de cada boca que se abre. Vi bocas. Ninguna palabra me sorprendió esa mañana. Estamos todos enfermos. En cuanto me dije esta certeza no aguanté y me fui de la sala.
Pero al avanzar la semana me encontré con los chicos, sus abrazos: "La extrañé, profe.", "¿Estuvo enferma?", "¿Qué tenía?", " No se acelere profe y cuídese.", "Nosotros nos vamos a portar bien, profe", "¿Está mejor, profe? Y sí, en ese momento ya estaba mejor.
Ayer se jubilaron dos compañeras de la otra escuela, una, una madraza de las que acarician y dan consejos. ¡Qué alegría tenía! Bailó y bailó como nunca la había visto. Nos abrazó a todas, me dijo de que conmigo hubo una conexión especial y que nunca me iba a olvidar. -¡Guau! - me dije.
La emoción me fue ganando. Mi otra compañera, ahora ex-directora- contó que comenzó siendo maestra rural, que cuando bajó del colectivo en un pueblito polvoriento con su reciente envestidura de "Maestra", se sintió la mujer más importante del mundo, que por fin podía hacer lo que siempre había soñado. Y lo dijo así, como si nada. Como si fuera lo más común del mundo. Y supe que bien o mal compartíamos el mismo sueño. Y como ella dijo, "con mis aciertos y desaciertos", se entregó a la profesión. Y ahora entiendo el cansancio de sus últimos años, y me reconcilió con los choques generacionales que hemos tenido. También bailó como nunca la vi. Estaba radiante. Y me alegré.
La abracé largamente cuando me iba, y me dijo: " Sabe dónde estoy, y estoy a su disposición para lo que necesite." Y me fui llorando.
Sí, comprendí. Todo. Inclusive el despliegue y la preocupación porque todo el homenaje fuera perfecto. Debía ser como fue. Un maestro merece respeto.

jueves, 22 de noviembre de 2007

¿Alguien tiene la receta? Se la encargo, no quiero morir en el intento.

Me encuentro desde hace unos días con licencia porque el cuerpo dijo basta - también mi cabeza, pero de eso me di cuenta después cuando logré conciliar el sueño nuevamente-. Me refiero a sueño de cerrar los ojos con tranquilidad y dormir, sin estar pensando en una nueva idea para llevar a cabo, o que no hice algo. Hablo también de tener sueños, esos que la gente suele contarte, cada vez con menos frecuencia. Y por extensión de los otros.
"¿Y de sueño cómo andamos?”, preguntó el médico, lo repitió. Iba a hacer un chiste, pero colapsé. Fui porque estaba cansada y me di cuenta que casi no dormía desde hacía meses. Y me dio bronca y reparé en que espero algo más de esta vida y que no quiero enloquecer. Se ve que necesito que la energía que le pongo a las cosas de algún modo me sea devuelta, porque simplemente descargo baterías y volver a cargarlas lleva un tiempo largo y a veces las vacaciones no alcanzan.

¿Cansada? ¿De qué? De sentirme presa de tratar de ser cada día más efectiva en mi trabajo, que el porcentaje de alumnos que aprueben sea mayor, de ser valorada por los colegas, de que los directivos comprendan que tirás del caballo, desde tus convicciones, pero que tirás y te dejen. Pero tus colegas te miran raro cuando emprendiste algo distinto y alejado de lo planeado. Y, sí, es difícil; las miradas de los otros en tu laburo es algo que no es fácil bancarse en una escuela formal, donde el directivo te dice que lo más importante en esa escuela es lo que se hace desde el área técnica, y no desde la humanística. Y vos das Lengua y Literatura. -"No debemos olvidar que ésta es una escuela técnica". ¡Y VOS DAS LENGUA Y LITERATURA! Que unos días después de esta charla, la misma persona, permite una campaña del Opus Dei, dentro de la escuela. ¿CÓMO? ¿NO ES HUMANÍSTICA, PERO SÍ CONFESIONAL? ¡Porque si es así debo cambiarme de establecimiento ¡urgente¡, nunca trabajaría para una escuela confesional porque no pertenezco a ninguna religión.
¿Cansada? ¿De qué?

De que en tu "espacio" de trabajo se den conversaciones tan absurdas, como necias. Cuando no egoístas y plagadas de estupideces. Cuando el enemigo es tu colega de al lado que de a poco orada alguna fosa. Cuando los directivos muestran diferentes caras, según sea la persona que tienen enfrente. Cuando existen poderes entre las sombras. Cuando hay gente conspirando, porque tienen una vida así de chiquita y estúpida, tanto, que se afanan en intrigas palaciegas y habladurías. Aburridas de la vida y con la lengua demasiado larga. ¿Cómo te sentirías si después de 20 años de docencia, te siguen pasando las mismas cosas?

En otra de las escuela en la que trabajo, el directivo me dijo que no está de acuerdo con el blog de clase que tengo con mis alumnos porque a ella no le gusta la cultura del ciber. En vano fue explicar que lo que hago es enseñarles que el ciber sirve también para estudiar y no sólo chatear y jugar a los videojuegos. Que si no compran libros al menos les facilito otras herramientas para trabajar, precisamente, porque están todo el día en el ciber. Pero no hubo caso. No lo comprendió. ¿Cómo se llama eso? A raíz del episodio anterior, me sentí una basura que hay que tirar por la puta borda. La manzana podrida que hay que apartar.

No pretendo aplausos, ni manifestaciones públicas, ¡NO! Con semejantes antecedentes, ¿qué autoridad tiene el que felicita? No quiero eso, sólo un poco de la consideración que merece cualquier persona. Que te faciliten el camino y no te pongan piedras.

Supongo que muchos docentes se sienten como hoy me siento y me he sentido muchas veces en mi vida. No es fácil para alguien que tiene espíritu creativo, que lo hagan sentir como bicho raro. Que te hagan sentir que tu trabajo no sirve, que falten el respeto a los alumnos, y por ende, a los profes que trabajan con ellos, todo el tiempo. Que nunca recibas una palabra de aliento, sino críticas que sólo revelan que nos les interesa dicho trabajo. Que ni siquiera se dignen a visitar los stand de una feria impuesta por la misma dirección escolar. Porque los alumnos saben que el trabajo que realizaron no les importa a las autoridades, porque a ellas sólo las moviliza cumplir con lo que el Ministerio impone. No importa si en medio hay personas. Autoridades, que después se preguntan porqué fallan Las Jornadas de Puertas Abiertas.
Escuelas donde se les piden a los alumnos que se traten como personas, y los alumnos son un número - ¿cuántos aprueban? ¿cuántos repiten?-. Escuelas donde se les pide a los alumnos que no roben celulares, mientras en ellas reina la corrupción. Donde se estafa al Estado provincial con agentes que trabajan menos horas de las que les corresponde y por las que se les paga puntualmente, pero que rasgan vestiduras y alzan sus voces pidiendo Justicia cuando en algo se les perjudica. Que el dinero de algunas cooperadoras desaparece porque el tesorero pagó una cuenta personal, o la Presidenta tuvo un apuro económico. Cuando se necesitó sacar del fondo de la escuela para hacer algún regalo a un directivo, cuando se jubiló tal… cuando se les ocurrió algún mamotreto inútil, monumento fehaciente de mal gusto y poco funcional. Que cuando un hecho de estos se denuncia, se mata al cartero no al que comete el delito.

¿De qué estoy cansada? De ver a mis colegas despedazándose. De verlos hacerse pupa unos contra todos, y todos contra uno. Igual que los mosqueteros pero por los fines equivocados.

¡Saben por qué nuestros alumnos no nos dan bolilla? Porque son más optimistas que nosotros. Porque es mejor que sea así. ¿Cómo van a querer escuchar a una legión de derrotados? ¿Cómo escuchar a los docentes que piensan que nada vale la pena? ¿Cómo esperar que sigan nuestros ejemplos si abundan los ejemplos desastrosos? Abundan trozos de vida bastante estériles. ¿No nos da vergüenza pedirles que sean más cultos, cuando un grueso de sus docentes son poco menos que brutos? ¿Cuántos leen? ¿Cuántos libros compran al mes, cuando no el al año? ¿Con cuántos libros se nutren para preparar sus clases? ¿Cómo lograr resultados si olvidamos la pasión? O lo que es peor, ¿si ya no tenemos pasión?¿Si a los gobiernos no les importa la salud de los docentes?

Lo siento por aquellos que siempre se capacitan y se atreven a vivir de otra manera, seguramente sus alumnos los recordarán para siempre. Pero debemos admitir, por mucho que duela, que muchos hemos sido derrotados y hemos muerto en buena fe.

¿Alguien tiene la receta? Se la encargo, no quiero morir en el intento. (Próximamente)

jueves, 15 de noviembre de 2007

Capítulo I-EL HOMESCHOOLING o la educación familiar


La crisis educativa que ya lleva años y la violencia escolar creciente en todo el mundo, son los motivos más importantes por los que algunos padres eligen no escolarizar o desescolarizar a sus hijos. Esta es una tendencia que crece cada día en diversas latitudes de la tierra; familias que ya se unen en asociaciones, grupos de ayuda, foros a través de internet y comunidades de blogs alrededor del mundo.

Aparece entonces la figura de los Homeschoolers , tal como se los llama a los padres educadores y a veces, a especies de institutrices o docentes contratados que aconsejan a los nuevos educadores, o en otros casos, pastores consejeros que guían a los progenitores en la tarea de educar.

Rastreando las comunidades de blogs pude encontrar, que muchos de los grupos son de origen confesional y se rehusan a que sus hijos aprendan todo lo “malo” de la escuela. Aducen que el sistema está colapsado y es ineficiente, que lo único que enseña es a luchar en un mundo desastroso y no incita a la solidaridad. Lo cual es cierto.

Julio Archet, es presidente de Educación Personalizada, uno de los grupos argentinos, que alza su voz desde su publicación : “LA ESCUELA NO PUDO ENSEÑAR A NADIE A CRUZAR LA CALLE… NI A CONVIVIR SIN DESPRECIOS MUTUOS… SÍ LOGRO INSTALAR UN SENTIMIENTO DE COMPETENCIA, ENFRENTANDO UNOS CONTRA OTROS…”

Los argumentos abundan y son de variado tenor según desde donde se posicionan aquellos que defienden este tipo de educación y hacen caso omiso a las advertencias de psicólogos como por ejemplo, la licenciada Alejandra Marroquín - psicopedagoga y psicoanalista, coordinadora docente y supervisora del Equipo de Psicopedagogía del Centro Dos de Bs. As.- que fundamenta que “ir a la escuela es una salida a lo familiar que es vital para cada persona.”

Ante el argumento esgrimido también, por asistentes sociales, pedagogos, otros psicólogos y los Estados de diferentes países, de que la escuela tiene la función de propiciar nuevos vínculos con otros referentes que no sean los familiares, los “padres educadores” dicen que sus hijos se relacionan constantemente con la gente y con sus pares, pero que saben elegir. Existe el caso de una familia que cuenta que sus hijos deben aprender del mundo, en el hacer y por eso se defienden del estado español, cuando expresan que ellos tienen medios para que sus hijos aprendan directamente de las diferentes culturas, por eso los llevan de paseo por el mundo.

Los estados sostienen que es fundamental la socialización con referentes maestros y referentes pares que enriquecen el aprendizaje, que no tener acceso a una institución escolar limita los vínculos de los chicos. Lo cual, es cierto y por eso mismo es que estos padres están enrolados en esta corriente, precisamente, porque no quieren que sus hijos se “contagien” de la violencia, de la ineficiencia escolar y de los “males” del mundo.

La bibliografía específica es abundante, tal es el caso de la Editorial de Mike y Pam Richardson, creadores de El Hogar Educador, que se anuncia como una división de Vida Nueva Ministries que fue fundado en 1993.

Grupo que presenta a Mike Richardson como “…padre de nueve hijos cuyas edades van desde los 30 hasta los 4 años de edad. También es misionero, pastor, conferencista.” Autor y editor de la revista en español para familias que educan en casa: El Hogar Educador. Además publica libros, CDs, DVDs en español y organiza dos conferencias para Educadores en el hogar, en México. Además, expresan el objetivo de El hogar educador de la siguiente manera: “Todos nuestros esfuerzos tienen una cosa en común: la familia. Nuestro deseo es ver que las familias lleguen a conocer a nuestro Señor, como también que crezcan en Él.” Y Agregan: “El propósito primordial de esta publicación es ayudar a los padres a alcanzar a sus hijos para Cristo.”

Este es un ejemplo de difusión de una de las publicaciones de El Hogar Educador:

¡ADVERTENCIA! Las Escuelas Públicas No Son Para Cristianos

¡Advertencia! Compartir este librito no es una buena manera de influenciar personas y ganar amigos— desde el punto de vista del mundo. Sin embargo, es un librito escrito para la familia cristiana con el propósito de ganar y conservar almas para Cristo. En el análisis final, se presentan argumentos convincentes para decidir educar en el hogar, de esta manera se evitan los peligros que pueden destruir vidas que se encuentran en la educación pública. Un escrito breve pero un gran desafío para los padres que tienen “oídos para oír”, este claro mandato de la Palabra de Dios.

En Internet queda mucho por investigar y saber acerca de los homeschoolers. Si bien hay algunos grupos más liberales, no son muchos y también tendrán algo que decir. El tema aquí es que pareciera que existe la concepción de que la escuela es la única responsable de la Educación y a juzgar por los resultados, es abominable.

Lo que olvidan los Homeschoolers es que nunca la escuela pretendió correr de este rol a los padres, que la escuela aún considera que en primer lugar, éstos son educadores de sus hijos. Lo que parece ser una dolorosa realidad es que son precisamente muchos padres, los que han olvidado el rol que les corresponde por naturaleza. La escuela debe aportar otros conocimientos sistematizados, pero, lejos de querer sonar aleccionadora, los primeros educadores son los padres.

Por otro lado, se nota que el nivel de ingresos de estos grupos es alto, no son padres del Barrio “el Criollo”, ni del barrio “Guemes”, ni siquiera de nuestro barrio. Yo pregunto: ¿qué pasa cuando los padres han recibido una escasa educación? ¿Pueden ser educadores de sus hijos? Cuando tienen que salir a trabajar todo el día para comer, ¿pueden enseñarles Matemáticas, Lengua, Física? ¿No nos enseña la historia de la humanidad e inclusive, la Literatura, que cuando falta la comida, conseguir el sustento diario implica recurrir a estrategias no tan santas? ¿Todos los padres de nuestra comunidad tienen Internet en la casa? ¿Todos son alfabetizados en esto?

La respuesta es: ¡No! Porque los homeschoolers son privilegiados, recibieron educación universitaria en su mayoría. Nuestros padres no, en su gran mayoría, pero si seguimos así, tampoco sus hijos se educarán.

Este ¿movimiento? escolar me hace acordar a doña Florinda pidiéndole a Quico que no se junte con la chusma. Y Quico responde tontamente y golpeando al Chavo: “- ¡Chusma! ¡Chusma! ¡Chusma!”, sin ver la paja en el ojo propio, pero sí separando la paja del trigo: Quico al menos tiene madre .

martes, 13 de noviembre de 2007

Las TIC en Chile


Un documental sobre las TIC en la educación en Chile.
Esto me hace acordar a que días atrás un directivo de una escuela en la que trabajo me reprochó que los chicos de 9º, tuvieran que ir al cyber para realizar tareas de Lengua. No pude hacer que comprendiera mi punto de vista: el cyber sirve para mucho más que chatear y jugar a los videojuegos. Después de ver este video, sé que no estoy equivocada.

domingo, 11 de noviembre de 2007

A veces me pregunto, ¿por qué soy docente?

Los docentes no somos perfectos, somos personas. Falibles como cualquiera. Siempre se espera que seamos un ejemplo de virtudes. ¿Debe ser así? ¿Realmente es así? No intento vender esa imagen, por lo mismo que dije anteriormente, soy una persona, como cualquiera de ustedes. Sí intento dar lo mejor de mí. Y a veces no se puede. Tengo altibajos, a veces estoy eufórica por lo que hacemos y otras, ante la indiferencia, vuelvo a preguntarme ¿por qué soy docente si mis alumnos me miran como si de pronto me hubieran caído encima toneladas de años? Obsoleta. Vieja. Así, me siento en esos momentos. Entonces, ¿qué hacer? ¿Dejarme vencer como muchos de mis colegas? Ojalá no me gane la mansedumbre ni la conformidad. Pero no es fácil. Ustedes no vienen con "manual de uso", porque no son electrodomésticos. Cada uno es diferente y yo también.
Sí, a veces o muchas veces, me pregunto ¿por qué soy docente? La respuesta es siempre la misma. Porque sueño. El docente es un soñador. Piensa que es al lado de los alumnos donde el mundo empieza a dejar de ser injusto. Donde es posible construir algo diferente. Un lugar seguro para los que amamos. Quizás lo que debería unirnos debería ser precisamente ese sueño, sueño que mientras sea individual carece de sentido; el mundo debería ser justo para todos, no para algunos. Si piensan así, estaremos en el mismo barco, sólo hay que empezar a remar, y para remar hay que hacerlo juntos y requiere esfuerzo, un deseo y un destino.
¿Se embarcarán conmigo?

viernes, 9 de noviembre de 2007

Cuando las escuelas son transgresoras de las Leyes


Una de las series de carteles en las paredes del Colegio Nº18 de Villa Mercedes, San Luis.
Haga clik para agrandar.


Desde hace unos días el Colegio Nº 18, escuela laica, se ve "inundada" de carteles y afiches que han sido colocados en el marco de la campaña "Inundemos...de Bien el Mal". Si pensamos un poco, sabemos que aquel que no se porte "bien" según el paradigma de donde parece mirarse esto, está del lado del Mal. Y Mal con mayúscula. Y aquí está la cuestión. ¿Quién dice qué es el Bien, y qué es el Mal? Basta un ejemplo cercano para ilustrar: George W. Bush dijo estar del lado del Bien cuando empezó su campaña de "limpieza" del Mal en Afganistán e Irak. ¿Se acuerdan de Bin Laden? Supo estar del lado del Bien y aliado de Estados Unidos durante la guerra fría para mantener a raya a los rusos, pero a partir del derribo de Las Torres Gemelas encarnó el Mal. ¿Alguien lleva un recuento real de las muertes de hombres, mujeres y niños, causadas por estas guerras vengativas e interesadas económicamente?
Pero volviendo a lo que me ocupa hoy, las frases que ostentan las paredes de la escuela son algunas de Thomás Fuller, sacerdote británico, cuyos datos biográficos son escasos y, en su mayoría, de José María Escrivá de Balaguer, padre fundador del Opus Dei. De Escrivá de Balaguer, sabemos de su empeño en cambiar su apellido -Escriba- que recordaba al oficio de escriba de judíos conversos en la España de la Reconquista, por un Escrivá, con "v", que cambió al morir su padre y al que le dio un sello más catalán agregando "de Balaguer" como para que no queden dudas de su "pureza de sangre", lo cual revela su preocupación racista. También de un título nobiliario de dudosa filiación, un título universitario del cual no existen registros en ninguna universidad e Instituto de España, de sus enseñanzas esparcidas por el mundo en diversos libros, como "Surco" (principal fuente de la campaña mencionada) y de su generosa participación monetaria que siguió al quiebre del Banco Ambrosiano, al escándalo del Vaticano, casual y posterior beatificación y canonización -hecho este último que ignoran muchos católicos- ya en tiempos de Juan Pablo II. De sus enseñanzas, que tan mal trata a las mujeres, cuando especifica que los hombres deben ser santos (por eso propicia la autoflagelación), y "las mujeres basta que sean discretas". Como dejando constancia de la imposibilidad de que una mujer sea santa o virtuosa. ¿La maldición bíblica otra vez? ¿Las mujeres son hijas del Diablo? Hasta aquí la escueta biografía que muchos tratan de acallar.
Pero el problema en cuestión no es sólo el Opus Dei en sí, y la soberbia conque se manejan, sino que lo grave es la manipulación de menores dentro una Institución laica. ¿Saben los padres de los chicos y los chicos en qué están inmersos? ¿Saben quién era Escrivá de Balaguer? ¿Alguién sabe qué objetivos reales persigue una campaña de este tipo? ¿Saben los directivos de la Institución que transgreden una Ley permitiendo esto? ¿Por qué no usar frases de escritores, pensadores y filósofos?
La escuela en general es transgresora de Leyes, y no sólo de la Libertad de Cultos, sino también de otras. Al fin y al cabo, confirman que reflejan fielmente la sociedad y sus problemas, y si no son ejemplo a seguir, entonces no es casual que los alumnos cuestionen a las instituciones escolares. Seguramente existen muchos factores, pero este es, sin dudas, uno y muy importante.
Por eso denuncio que no se respeta la Ley 1420, que las escuelas en la Argentina están plagadas de vírgenes y crucifijos que en nada impidieron la entrada del Mal, así entendido. Que resulta vergonzosa la Hipocrecía con la que se manejan. Una campaña de este tipo no es casual, ni siquiera inocente, y muchos menos honesta.
Veo avasallado mis derechos y seguramente otros docentes y alumnos deben sentir lo mismo. Soy una persona, somos personas y no pertenecemos a la "Gran Familia", y en lo personal no quiero pertenecer, mucho menos a una Obra, cuestionada y denunciada por ex-numerarios de la misma, donde las jerarquías se consiguen según el capital que se tiene. Personalmente, no quisiera que mis hijos se autoflagelaran.
Siento que se me discrimina, se me margina por no pensar igual, tan sólo por la actitud, tan sólo por la Soberbia de pensar que no lastiman sentimientos, ni ofenden a otras creencias religiosas, de concebir que sólo el catolicismo y la Obra son la Verdad. Es por eso que no debo callar, por respeto a todos mis alumnos que profesan otras religiones, y ante los cuales hago una reverencia por la solidez de sus creencias y convicciones ante tanto bombardeo irrespetuoso. Y porque nunca vi a alguno de ellos imponiendo su religión a sus compañeros ni docentes.
Por ellos y por mí, no me callo, pues en los términos de la presente campaña siento que me sentaron del lado del Mal por estar en desacuerdo, por no ser parte de la "Gran Familia" que mencionan los carteles, y que repito, no quiero pertenecer.
Compañeros profesores, ¿no deberíamos educar en las leyes si queremos que nuestro país crezca y avance a un futuro mejor? ¿No deberíamos ayudar a construir ciudadanía? ¿Qué les estamos enseñando a nuestros chicos? ¿Dónde dejamos nuestro supuesto espíritu democrático? ¿Es la escuela, democrática cuando no se respeta a las minorías? ¿Cuándo se las ignora?
No, las escuelas no son democráticas. Mal podemos construir ciudadanía si las prácticas "democráticas" son mentirosas y el respeto a las Minorías no existe.

jueves, 8 de noviembre de 2007

¿Las historias se repiten?

Incluyo esto que hallé en youtube, porque viene bien reflexionar, escuchar lo que pasa es países tan próximos como España, la Madre Patria, y de los errores cometidos que latinoamérica reproduce a pesar de experiencias en otros países.