viernes, 9 de noviembre de 2007

Cuando las escuelas son transgresoras de las Leyes


Una de las series de carteles en las paredes del Colegio Nº18 de Villa Mercedes, San Luis.
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Desde hace unos días el Colegio Nº 18, escuela laica, se ve "inundada" de carteles y afiches que han sido colocados en el marco de la campaña "Inundemos...de Bien el Mal". Si pensamos un poco, sabemos que aquel que no se porte "bien" según el paradigma de donde parece mirarse esto, está del lado del Mal. Y Mal con mayúscula. Y aquí está la cuestión. ¿Quién dice qué es el Bien, y qué es el Mal? Basta un ejemplo cercano para ilustrar: George W. Bush dijo estar del lado del Bien cuando empezó su campaña de "limpieza" del Mal en Afganistán e Irak. ¿Se acuerdan de Bin Laden? Supo estar del lado del Bien y aliado de Estados Unidos durante la guerra fría para mantener a raya a los rusos, pero a partir del derribo de Las Torres Gemelas encarnó el Mal. ¿Alguien lleva un recuento real de las muertes de hombres, mujeres y niños, causadas por estas guerras vengativas e interesadas económicamente?
Pero volviendo a lo que me ocupa hoy, las frases que ostentan las paredes de la escuela son algunas de Thomás Fuller, sacerdote británico, cuyos datos biográficos son escasos y, en su mayoría, de José María Escrivá de Balaguer, padre fundador del Opus Dei. De Escrivá de Balaguer, sabemos de su empeño en cambiar su apellido -Escriba- que recordaba al oficio de escriba de judíos conversos en la España de la Reconquista, por un Escrivá, con "v", que cambió al morir su padre y al que le dio un sello más catalán agregando "de Balaguer" como para que no queden dudas de su "pureza de sangre", lo cual revela su preocupación racista. También de un título nobiliario de dudosa filiación, un título universitario del cual no existen registros en ninguna universidad e Instituto de España, de sus enseñanzas esparcidas por el mundo en diversos libros, como "Surco" (principal fuente de la campaña mencionada) y de su generosa participación monetaria que siguió al quiebre del Banco Ambrosiano, al escándalo del Vaticano, casual y posterior beatificación y canonización -hecho este último que ignoran muchos católicos- ya en tiempos de Juan Pablo II. De sus enseñanzas, que tan mal trata a las mujeres, cuando especifica que los hombres deben ser santos (por eso propicia la autoflagelación), y "las mujeres basta que sean discretas". Como dejando constancia de la imposibilidad de que una mujer sea santa o virtuosa. ¿La maldición bíblica otra vez? ¿Las mujeres son hijas del Diablo? Hasta aquí la escueta biografía que muchos tratan de acallar.
Pero el problema en cuestión no es sólo el Opus Dei en sí, y la soberbia conque se manejan, sino que lo grave es la manipulación de menores dentro una Institución laica. ¿Saben los padres de los chicos y los chicos en qué están inmersos? ¿Saben quién era Escrivá de Balaguer? ¿Alguién sabe qué objetivos reales persigue una campaña de este tipo? ¿Saben los directivos de la Institución que transgreden una Ley permitiendo esto? ¿Por qué no usar frases de escritores, pensadores y filósofos?
La escuela en general es transgresora de Leyes, y no sólo de la Libertad de Cultos, sino también de otras. Al fin y al cabo, confirman que reflejan fielmente la sociedad y sus problemas, y si no son ejemplo a seguir, entonces no es casual que los alumnos cuestionen a las instituciones escolares. Seguramente existen muchos factores, pero este es, sin dudas, uno y muy importante.
Por eso denuncio que no se respeta la Ley 1420, que las escuelas en la Argentina están plagadas de vírgenes y crucifijos que en nada impidieron la entrada del Mal, así entendido. Que resulta vergonzosa la Hipocrecía con la que se manejan. Una campaña de este tipo no es casual, ni siquiera inocente, y muchos menos honesta.
Veo avasallado mis derechos y seguramente otros docentes y alumnos deben sentir lo mismo. Soy una persona, somos personas y no pertenecemos a la "Gran Familia", y en lo personal no quiero pertenecer, mucho menos a una Obra, cuestionada y denunciada por ex-numerarios de la misma, donde las jerarquías se consiguen según el capital que se tiene. Personalmente, no quisiera que mis hijos se autoflagelaran.
Siento que se me discrimina, se me margina por no pensar igual, tan sólo por la actitud, tan sólo por la Soberbia de pensar que no lastiman sentimientos, ni ofenden a otras creencias religiosas, de concebir que sólo el catolicismo y la Obra son la Verdad. Es por eso que no debo callar, por respeto a todos mis alumnos que profesan otras religiones, y ante los cuales hago una reverencia por la solidez de sus creencias y convicciones ante tanto bombardeo irrespetuoso. Y porque nunca vi a alguno de ellos imponiendo su religión a sus compañeros ni docentes.
Por ellos y por mí, no me callo, pues en los términos de la presente campaña siento que me sentaron del lado del Mal por estar en desacuerdo, por no ser parte de la "Gran Familia" que mencionan los carteles, y que repito, no quiero pertenecer.
Compañeros profesores, ¿no deberíamos educar en las leyes si queremos que nuestro país crezca y avance a un futuro mejor? ¿No deberíamos ayudar a construir ciudadanía? ¿Qué les estamos enseñando a nuestros chicos? ¿Dónde dejamos nuestro supuesto espíritu democrático? ¿Es la escuela, democrática cuando no se respeta a las minorías? ¿Cuándo se las ignora?
No, las escuelas no son democráticas. Mal podemos construir ciudadanía si las prácticas "democráticas" son mentirosas y el respeto a las Minorías no existe.