domingo, 22 de junio de 2008

Guauuuu!

Llama la atención en todos estos días de conflicto agropecuario – y antes también-, la capacidad que tenemos los argentinos para desdoblarnos. Diría que este comportamiento naturalizado ya es un caso patológico que seguramente un profesional del área diagnosticará mejor que yo. Y hablo de la capacidad de los argentinos para desdoblar roles que cumplen en la Sociedad. Así un político, un profesional, un actor, una vedette, un dueño de campo, una ama de casa, y hasta el florista de la esquina, cuando tienen que opinar sobre un tema, erigen su argumentación desde algunos de los roles que cumple en la sociedad y no desde todos los roles que desempeña, es decir: político, profesional, actor, vedette, dueño de campo, ama de casa. De este modo, según el foro que se presente, la gente opina como madre, como presidente, como docente, como ciudadano, como profesional. Entonces, para cada conflicto o problema que se nos presenta, la careta de carnaval es diferente y sí estamos listos con los pitos y matracas, o para lo que es moda en estos días, las cacerolas para simbolizar al Pueblo.

Este comportamiento extraño y deporte tan difundido en Argentina, es claro también en el habla cotidiana: “Era como un triangulito chiquito…”, “Yo quisiera como un vestido negro con volados en…”.Y uno se pregunta: ¿Es un triángulo o no lo es? ¿Es un vestido o no? Carecemos de la capacidad de definir, definirnos y asumirnos. Es tanto lo que simulamos ser que la realidad entra en tela de juicio y todo es como si fuera, pero no es. Entonces de ese modo es más fácil deslindar responsabilidades sobre nuestros decires y actos, porque todo fue como si fuera. No nos hacemos cargo de nuestra propia hoja de ruta, de nuestra historia personal.

Este modus operandi, esta manera de definirnos como personas, como ciudadanos de un país, hace que se permita a nuestro gobernador, por ejemplo, salir al foro nacional como Gobernador de la Provincia de San Luis, y no como Gobernador y dueño de un millón de hectáreas de campo, que hable de la “brutal represión” del gobierno nacional y no de la represión, la coerción, el soborno y la extorsión de la que es capaz en su provincia, porque para esto ya se situó como dueño de campos.

No sé si he sido clara a esta hora de la mañana, pero por las dudas, yo opino como mujer, esposa, madre, docente, ciudadana de este país, producto de una familia que supo pelearla desde abajo, hija de peones de campo, mujer que vivió en el campo, que reivindica las luchas populares de verdad, profesora de Lengua y Literatura, algo cantora, aprendiz de escritora y culo inquieto.

Sonia Álvarez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te expresaste bien y claramente ¿o será quizá porque hablamos anoche que te entiendo? jaja...

Ay amiga! Me duele tanto este país que por eso cuestiono, critico pero sobre todo HAGO, después de todo, si llegase a tener hijos quiero dejarles una buena herencia: La herencia de quedarse y hacer, de trabajar y pensar, de luchar por sus ideaes y -al menos- intentar alcanzarlos...

Veamos cómo sigue todo ésto, veamos y seamos protagonistas desde nuestras trincheras, educando con ética y fé... Si, mucha fé.

Un beso

Anónimo dijo...

Culo inquieto sí. Pero también aguda, talentosa y la mejor intérprete vernácula de "Como dos extraños". ¿Este título no les vendría bien a los que te dije?.